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Fallecimiento del Dr. Raúl Alfonsín

Resolución R 204/09 ad referéndum del HCS

VISTO,
El triste acontecimiento que significa el fallecimiento del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, ocurrido el día 31 de marzo de 2009 y,

CONSIDERANDO:

Que como Presidente de la Nación el Dr. Alfonsín impulsó entre sus primeros actos de gobierno, la Reapertura de esta Casa en 1984, reivindicando con este acto de justicia el doloroso cierre ocurrido en diciembre de 1979.

Que las palabras que pronunciara en ocasión de su visita a esta Casa como Presidente de la Nación y las imágenes tomadas ese día, aún son recordadas por los integrantes de esta Casa, con mayor profundidad durante este año 2009 en el cual la UNLu conmemora 25 años de ese importante momento para su vida institucional

Que a lo largo de su trayectoria el Dr. Alfonsín ha realizado aportes sustanciales en procura de la consolidación de la Universidad Argentina, y especialmente en lo que respecta a la historia particular de nuestra Casa.

Que por todo ello la Universidad Nacional de Luján le confirió el Título Honorífico de “Doctor Honoris Causa” en el año 1999.

Que la Comunidad Universitaria de Luján se ha sentido duramente conmovida por la noticia, y desea acompañar en el dolor a quienes, como ella, sufren esta irreparable pérdida.

POR ELLO:

El Rector de la UNLu

Ad referéndum del HCS

Resuelve

Art. 1.- Declarar en duelo a la Universidad Nacional de Luján con motivo del fallecimiento del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín

Art 2.- Manifestar sus condolencias a la familia del Dr. Raúl Alfonsín destacando el consuelo que representa para esta Casa llevar en la memoria permanente los valores y principios por él exaltados.

Art. 3.- Designar una delegación especial para participar del sepelio a llevarse a cabo el próximo jueves 2 de abril de 2009, encabezada por el Sr. Vicerrector, Agrim. Pedro Diaz, los señores Ex Rectores Enrique Fliess, Antonio Lapolla y Amalia Testa, acompañados por otras autoridades de la Casa.

Art. 4 Aprobar la declaración que se adjunta como anexo de la presente, solicitando a los docentes que la misma sea leída al inicio de cada clase durante el día 3 de abril próximo.

Art.5.- Decretar asueto académico y administrativo para el día de la fecha a partir de las 15 hs en todo el ámbito de esta Casa de Altos Estudios

Art. 6.- Regístrese, comuníquese, archívese

DECLARACION

La muerte del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín constituye una pérdida irreparable para toda la ciudadanía. Fue un demócrata convencido, un defensor inclaudicable de las instituciones republicanas, un hombre de una honestidad pristina y por todo ello un ejemplo de lo que debe ser un dirigente político. En realidad representó mucho más que eso: fue un estadista con mayúsculas, y así lo registrará la historia.
Comprometido con la militancia política desde su juventud, le cupo el mérito de ser el primer presidente de la democracia recuperada, y uno de los principales artífices de su sostenimiento a través del tiempo. En circunstancias muy difíciles supo mantener los principios que siempre inspiraron su conducta, en un delicado equilibrio entre la ética de las convicciones y la ética de la responsabilidad.
Alfonsín tuvo una destacada participación en el campo de los derechos humanos. En el curso de su dilatada actuación como abogado defendió a presos políticos sin tomar en cuenta su filiación partidaria; presentó habeas corpus cuando muchos no se animaban a hacerlo; fue fundador y co-presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y apenas asumió la Presidencia de la Nación tuvo la valentía de ordenar el enjuiciamiento de los responsables de los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Juicios que, es menester recordar, no tienen antecedentes en la historia contemporánea.
En lo que se refiere a la educación superior, el gobierno del Presidente Alfonsín impulsó decididamente la recuperación del sistema universitario público, devolviendo a las universidades nacionales la autonomía de la que habían sido privadas en 1966. Es importante señalar que el proceso normalizador no fue llevado adelante por un decreto del Poder Ejecutivo, sino por ley del Congreso de la Nación, y que los responsables del mismo no fueron interventores con poderes omnímodos sino Rectores Normalizadores que actuaron conjuntamente con Consejos Superiores Provisorios integrados por representantes de los claustros.
Para la Universidad Nacional de Luján la llegada al gobierno del Dr. Raúl Alfonsín significó la posibilidad de resurgir de sus cenizas, después del cierre decretado en 1980 por la dictadura militar. El 16 de diciembre de 1983, a solo 6 días de su asunción como Presidente, elevó al Congreso el proyecto de ley que propugnaba la reapertura de la UNLu, aprobado por la Cámara de Diputados el 11 de enero de 1984 y por el Senado el 25 de enero del mismo año. Iniciado el proceso de normalización, el 30 de julio de 1984 tuvo lugar el acto formal de reapertura de la Universidad, presidido por el Presidente de la Nación. Muchos de los conceptos vertidos en su discurso inaugural siguen teniendo vigencia, y expresan su profunda convicción de que el desarrollo de las sociedades solo es posible con un alto grado de participación y con el afianzamiento de la democracia. Decía Alfonsín: “No es este un acto de gobierno. Mucho más que esto es un acto de la democracia en que todos venimos a dar gracias a la comunidad educativa de Luján por haber logrado la reactivación de la Universidad” …”No es gracias a un gobierno sino al esfuerzo de todos, como el esfuerzo de hoy de los hombres de Luján, como vamos a enderezar al país yendo con rumbo seguro hacia nuestro destino de grandeza”. Este compromiso con la UNLu lo demostró con creces durante su período de gobierno, facilitando así la puesta en marcha y el posterior desarrollo de nuestra institución.
En la hora de su muerte, esta Comunidad Universitaria -que conmemora este año el 25 aniversario de su Reapertura-, expresa su homenaje y agradecimiento por el compromiso manifestado con esta Universidad, la educación pública y la democracia de este país.

Luján, 1ro. de abril de 2009

UPA Universidad Públca Argentina